Ciudad de Cáceres

La Ciudad Monumental de Cáceres conserva un conjunto histórico-artístico único que, en 1986, fue reconocida por la UNESCO como Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

 

Calles, plazas, palacios, iglesias y murallas, en un magnífico estado de conservación, serán capaces de trasladarte a un glorioso pasado, en el que saborearás las maravillosas manifestaciones artísticas que las tres culturas: cristiana, musulmana y judía, dejaron en la ciudad.

 

Esta diversidad te permitirá adentrarte en la Ciudad Monumental atravesando una puerta romana, encontrarte con la preciosa Judería Vieja a la salida de una torre almohade o contemplar un palacio renacentista junto a una fachada mudéjar. La mezcla cultural nos ha legado un excelente Patrimonio Monumental a la vez que ha forjado el carácter hospitalario de los cacereños.

 

Disfruta de Cáceres, es una Experiencia Monumental.

Arco de la Estrella

El Arco de la Estrella es la puerta principal de entrada a la Ciudad Monumental de Cáceres. Une la Plaza Mayor con la Plaza de Santa María, ambos centros neurálgicos de la ciudad antigua y nueva durante siglos.

De estilo barroco, fue construido por Manuel de Larra Churriguera en el siglo XVIII sobre una construcción del siglo XV, es un arco rebajado de gran amplitud y en esviaje, hecho de esta forma para facilitar el paso de los carruajes a la Ciudad Monumental. Está construido mediante perforación de la muralla, que conserva su almenaje.

En la parte posterior hay un templete en el que está la estatua de la Virgen de la Estrella que le da el nombre al arco. A esta imagen se confiaban los viajeros cuando salían de la ciudad y a ella agradecían su regreso.

Está considerado como la puerta más importante de la Ciudad Monumental, ya que fue el lugar elegido por la Reina Católica para jurar los Fueros y privilegios en 1477, también en este mismo arco juró los Fueros a la ciudad el rey Fernando “El Católico” en 1479.

Recomendaciones: Es precioso pasear por la muralla sobre el Arco de la Estrella.

Arco de Santa Ana

Este postigo fue uno de los accesos abiertos por necesidad de paso entre las principales puertas de la muralla.

La apariencia actual data del siglo XVIII. El arco exterior, hacia el adarve, está rematado por una hornacina que contiene una imagen moderna de Santa Ana con la Virgen y el Niño.
El interior está compuesto por una sucesión de bellas bóvedas de rosca realizadas con ladrillo, característica de Cáceres.

Recomendaciones: Desde este postigo se accede a dos lugares, la calle Postigo y la Plaza Publio Hurtado, el camino más rápido para llegar a la Plaza de San Juan. 

Audiencia Provincial de Cáceres (Hospital de la Piedad)

El Hospital de la Piedad fue construido a mediados del s. XVII gracias a Gabriel Gutiérrez de Prado, quien en 1612 dejó sus bienes para la creación de este hospital dedicado exclusivamente a enfermos pobres. Poco después de su muerte se inicia la construcción del edificio bajo la dirección del maestro López Periáñez, siguiendo el tradicional diseño claustral, con dependencias abriendo a un gran patio central de dos alturas, y una gran escalera de granito. La portada del edificio es de estilo barroco clasicista.

En 1790, el rey Carlos IV, crea la Real Audiencia de Extremadura, aunque la idea partió de Carlos III. Se eligió entonces el edificio de este antiguo hospital para albergarla, iniciándose las obras de adaptación y remodelación, se decidió conservar el claustro central, la escalera principal y una pequeña escalera de caracol. La fachada es de estilo neoclásico, y de ella cabe destacar el escudo con las armas reales.

El edificio alberga hoy al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.

Recomendaciones: Para contemplar el edificio hay que salir de la Plaza Mayor por la Plaza del Duque y tomar la calle Muñoz Chaves, en apenas tres minutos encontrará la Plaza de la Audiencia.

Ayuntamiento de Cáceres

El edificio que actualmente alberga el Ayuntamiento de Cáceres es un proyecto del arquitecto Ignacio María de Michelena, de estilo neoclásico, iniciándose la obra en 1867 y siendo acabado dos años más tarde, en 1869.

Preside la Plaza Mayor al encontrarse elevado sobre una escalinata, destacando en la fachada el atrio porticado con cinco arcos de medio punto. Encima se halla el piso noble con balconada, sostenida por ménsulas, donde se encuentra el Salón de Plenos. Se remata el edificio con el escudo de la ciudad, una balaustrada rota por un frontón en el centro, que alberga un reloj.

Convento de San Pablo

Se encuentra situado en la zona más alta de la ciudad muy cercano a la Iglesia de San Mateo. Lo más destacado de los distintos edificios que conforman el convento es la iglesia que sigue modelos góticos en su portada.

En su interior el retablo de clara influencia churrigueresca contiene un conjunto de esculturas dedicadas a la conversión de San Pablo.

En sus inicios estuvo regido por monjas de la Orden Terciaria de San Francisco, pero desde mediados del siglo XX residen monjas clarisas.

Recomendaciones: En este convento de monjas de clausura se pueden comprar dulces artesanales de gran fama.

Iglesia Concatedral de Santa María

Le fue otorgada la categoría de Concatedral en 1957, compartiendo sede episcopal con la catedral de Coria.

Fue construida entre los siglos XV al XVI sobre una obra anterior. Las portadas siguen modelos góticos y en la del Evangelio destaca un pilar con ménsula sosteniendo la Virgen. La torre es de tres cuerpos, el central tiene un medallón con jarrón de azucenas, símbolo de la Virgen.

El interior es de planta rectangular de tres naves, con arcos apuntados y bóvedas de crucería. Destaca su retablo, del siglo XVI, de cedro y pino sin policromar dedicado a la Asunción de la Virgen, realizado por Roque Balduque y Guillén Ferrant. También hay que destacar la capilla de los Carvajal, con un retablo barroco con San Miguel Arcángel, y la capilla del Cristo Negro, cuya imagen es la protagonista de una de las procesiones más importantes de la Semana Santa Cacereña.

En el exterior, en la esquina vemos la escultura de San Pedro de Alcántara, obra del extremeño Enrique Pérez Comendador, tiene fama de atraer la suerte si le tocan los dedos de los pies, de ahí su brillo.

En el banco esculpido en la portada principal se reunía antiguamente el Concejo Municipal.

Recomendaciones: La vista de la Ciudad Monumental desde el campanario es magnífica. Se puede visitar en su interior el Museo de la Catedral.

 

 

Muralla

En sus inicios es una construcción romana del siglo I d. C. De esta época se conservan tramos con sillares de granito, así como la puerta sur o del Rio, conocida actualmente como Arco del Cristo.

Fue reforzada por los almohades en el s. XII, destacando la sucesión de torres albarranas hechas de adobe, sobre sillares de granito originarios de la muralla romana. Hoy día aún pueden verse muchas de estas defensas.

De las otras tres entradas romanas de este extensísimo perímetro, dos desaparecieron, la Puerta de Coria y Puerta de Mérida, y la otra se transformó en el Arco de la Estrella. Al mismo tiempo, se fueron abriendo otros accesos, como el Postigo de Santa Ana.

La muralla guarda su estructura rectangular atravesada por las dos grandes vías – Cardo y Decumano – adaptadas a la orografía del terreno. La confluencia de ambas, el foro romano, estaba en la actual Plaza de Santa María.

Recomendaciones: Se pueden visitar la Torre de Bujaco y la Torre de los Púlpitos unidas por un tramo de muralla sobre el Arco de la Estrella.

Palacio de Carvajal

Situado en la calle Amargura, fue erigido entre los siglos XV y XVI. Es un edificio que cuenta con elementos góticos y renacentistas. 

Su fachada principal sigue la tipología de los palacios cacereños, de sillería granítica, destaca la portada en arco de medio punto, con grandes dovelas que llegan hasta el suelo, el escudo de Carvajal en grandes dimensiones, encuadrado en un alfiz, y un balcón de esquina en arco apuntado. 

Dentro de la casa hay un claustro rectangular, con arquerías sobre columnas.

Destaca también su torre redonda, del siglo XII, realizada en sillarejos, en su base se ubicaba la capilla del palacio y se encuentra decorada por unos interesantes frescos . 

Recomendaciones: Hay que visitar su jardín, del que destaca la higuera, ya que es un claro ejemplo de los espacios verdes interiores que pueden encontrarse hoy en estas edificaciones de la Ciudad Monumental. 

Palacio Episcopal

Este elegante palacio se encuentra en un lateral de la Plaza de Santa María. Fue mandado reedificar por el obispo Pedro García de Galarza a finales del siglo XVI, cuyo escudo se puede apreciar sobre la ventana central de la segunda planta.

Destaca su portada de arco de medio punto con doble almohadillado de sillería, flanqueada por dos medallones que representan a un indio y una india americanos. Consta de dos portadas más, una procedente del antiguo seminario de San Pedro, fundado en siglo XVII por el mismo obispo Galarza y que se trasladó hasta aquí tras su derribo; y otra en la calle del Arco de la Estrella.

La situación de esta hermosa construcción, cuyas traseras daban al adarve y a la Puerta Nueva, fue motivo de los pleitos con el Marqués de la Quinta de la Enjarada por abrir y remodelar el Arco de la Estrella, para dar paso a sus carruajes.

En 1583, el rey Felipe II se alojó en este palacio cuando regresaba a España después de ser coronado Rey de Portugal. Recomendaciones: La mejor vista de la fachada posterior del Palacio se consigue desde la muralla.

Plaza Mayor

Este espacio comienza a ser utilizado después de la Reconquista como mercado de la ciudad, siendo urbanizada a partir del S.XV.

En sus soportales se fueron instalando comerciantes y artesanos con establecimientos fijos, también era y sigue siendo el lugar donde se celebran los acontecimientos y espectáculos de la ciudad…, en muchas ocasiones se utilizó como coso taurino o para celebrar torneos; desfiles militares y procesiones de Semana Santa han transcurrido por ella.

Está presidida por el Ayuntamiento construido en 1869 por Ignacio María de Michelena. En ella se pueden contemplar monumentos tan emblemáticos como la Torre de la Hierba, la de los Púlpitos y sobre todo la Torre de Bujaco junto a la Ermita de la Paz.

Recomendaciones: Es el sitio ideal para programar y comenzar la visita a la Ciudad Monumental, y también para tomar una buena instantánea con la palabra Cáceres.

Torre Bujaco

La Torre de Bujaco es la más importante de la ciudad y uno de los símbolos de Cáceres

Es una torre albarrana, construida por los almohades en el siglo XII, sobre una base de sillares romanos. Tiene planta cuadrada, con dos matacanes laterales y uno frontal, este último de estilo renacentista, añadido a la torre en el siglo XVIII. Su altura aproximada es 25 metros con remate de almenas.

Ha tenido muchos nombres, Torre de Ceres, Torre del Reloj, Torre Nueva, e incluso se decía que se llamaba así por corrupción del nombre del Califa Abú-Ya’qub, cuyas tropas conquistaron la ciudad en 1173. Sin embargo, podemos afirmar que el nombre de Torre de Bujaco se debe a que desde principios del S.XIX y hasta 1962, la estatua de la diosa Ceres se encontraba situada en un templete en lo alto del monumento. En el vecino pueblo del Casar de Cáceres es tradición por carnavales hacer unos muñecos de paja o bálago a los que llaman bujacos, por este hecho la gente empieza a relacionar la diosa con los muñecos y acaba llamandola Torre del Bujaco.

Recomendaciones: Es un magnífico mirador desde el que se divisa una bella panorámica de la Ciudad Monumental y la línea de muralla que conformaba la defensa.
efensa.